Sabrán disculpar que utilice, nuevamente, material relativamente viejo, publicado allá por enero en Evohé. Es que ando medio desganado pa’ dibujar algo nuevo o terminar de entintar cosas colgadas. Hoy, 28 de julio, en particular, luego de una extraña experiencia con el Rivotril; trastornos de sueño, le llaman.
Esto nace de un poema. De un poema perdido en un cuaderno desgajado y perdido en el fondo de una caja llena de papeles y publicaciones recopiladas desde hace años. De esas cajas que le hacen un dribling al basural por vaya a saber uno qué fetichistas razones. Nace de un poema y sigue siendo poema. Los dibujos son mera comparsa.
Eso.
Esto nace de un poema. De un poema perdido en un cuaderno desgajado y perdido en el fondo de una caja llena de papeles y publicaciones recopiladas desde hace años. De esas cajas que le hacen un dribling al basural por vaya a saber uno qué fetichistas razones. Nace de un poema y sigue siendo poema. Los dibujos son mera comparsa.
Eso.

Hola Adrián, me gustó el poema y esta vez los dibujos lo acompañaron con bastante equilibrio.
ResponderEliminarEso del Rivotril me parece que no es lo que debe tomar alguien tan joven. Buscá otros caminos más saludables.
besos de abuela hoy setentona.
susy-mimita
Susy: esta fue la primera y última vez que uso Rivotril. Es que desde hace años tengo trastornos de sueño: o me duermo todo (y cuando digo todo es todo, 12 hs. seguro) o, directamente, no duermo absolutamente nada (he estado 4 días sin dormir, pero en general ando en las 30 hs., poco más poco menos, que sigue siendo mucho). Me venía resistiendo a la utilización de pastillas y esas cosas, pero esta vez la calentura por no poder dormirme me ganó. Igual, a la final el remedio fue más pior que la enfermedad, porque tenía que levantarme antes de las 10 y me desperté como a las 18.
ResponderEliminarEl trastorno de sueño (más bien sus consecuencias) ha sido mi guionista en muchísimas oportunidades.