Yo (léase a lo Nazarena Vélez) soy periodista; bueno, no, mentira, pero hasta hace un tiempo (no mucho) me hacía el periodista. Y escribía en revistas y revistitas. Me jactaba de ello pa ganar minitas. Ni neumonía me agarraba (ahora sigue igual: ni gripe A me engancho). Pa eso hay que ser músico (pero cantante o guitarrista líder, eh). La mayoría eran publicaciones de poca monta. La cuestión es que para una había preparado una serie de 9 tiras a la que llamé Carnival Fondieu, que podría traducirse como un carnaval de queso fundido (igual, la palabra "fondieu" creo que no existe; es como una trunca españolización de la francesa "fondeu", que se pronuncia "fondiú"). Aunque nunca supe qué significa en realidad; se me ocurrió así a la pasada y me sonaba lindo, así que se lo chanté al titulito. Eran mis primeros pasos de mi vuelta al dibujo, después de no sé cuánto tiempo. Dibujaba así lo primero que se me venía a la cabeza (como ahora) y pintaba con Plastipinturitas (ahora me modernicé y uso fotoshock, pero no lo entiendo), unos rayones que pretendían ser sombreado o algo de eso. Pero no, no eran nada. Las tiras me las metí en el culo. Nunca fueron publicadas. La cosa se dilató tanto que la revistita no salió nunca. Igual, aún guardo la esperanza de que algún día haya Carnival Fondieu. Soñar es tan barato…
Eso.
Eso.

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